Se ha perdido una gran oportunidad. Durante semanas hemos situado desde el Sindicato la importancia que tenían los Presupuestos Generales del Estado que presentaba el Gobierno de Pedro Sánchez, de cara a la recuperación de derechos y el reparto de la riqueza. Vimos con buenos ojos su presentación y hemos defendido la necesidad de iniciar un camino de reparto de la riqueza que se viene acumulando en los últimos años. Bien es verdad que los Presupuestos eran unas cuentas que podían mejorarse en la tramitación presupuestaria. Sin embargo, representaban un cambio, y eran el punto de partida para dejar atrás las políticas de austeridad y recortes. Hoy han vuelto a poner piedras en ese camino.
Los partidos políticos y sus representantes deberían ser conscientes que las personas tenemos un límite. Los ciudadanos y ciudadanas de este país vivimos y, muchas veces, sobrevivimos, en base a las decisiones que toma una cámara que debe pensar en las personas, pero lamentablemente eso no siempre es así.
UGT ha situado la necesidad de llevar a cabo hechos y medidas urgentes, y dejar de lado la palabra. La realidad que hoy vislumbramos es que los partidos políticos que propiciaron la moción de censura y que llevaron a Pedro Sánchez al frente del Gobierno, han desaprovechado una oportunidad de oro para visualizar que hay una alternativa de izquierdas fuerte y con una política diferente.
Estos Presupuestos eran la prueba viviente que se pueden cambiar las cosas, que el país está creciendo y que es posible afrontar el futuro con políticas sociales que piensen en los ciudadanos y ciudadanas. Situar otros elementos con los PGE, no nos parece razonable.
Hemos llegado a un punto al que no queríamos llegar, y ahora es momento para que todo el mundo (sobre todo los partidos que se han alineado con la derecha rechazando los Presupuestos) reflexione del por qué hemos llegado hasta aquí.
Gobernar y legislar
Es evidente que se abre un nuevo escenario con la no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, pero también es verdad que el Gobierno no debe desviarse de su camino. No hay ninguna razón objetiva para que Pedro Sánchez disuelva y convoque elecciones. Creo, sinceramente, que esa decisión parecería más bien como una utilización de una coyuntura electoral más favorable, que no en pensar en el bien de los ciudadanos y ciudadanas. No disolver el Gobierno demostraría un gran compromiso para con la gente de este país.
Sabemos que la posición del PSOE, ahora mismo, no es sencilla. Sin embargo, estamos convencidos que Sánchez debe empezar a gobernar, pensando en los ciudadanos y sus derechos, repartiendo la riqueza, modificando los parámetros que permitan recaudar de acuerdo con la idea de los Presupuestos Generales del estado e ir a un gasto social que vaya en la misma dirección.
Debemos seguir trabajando en la derogación de la Reforma de Pensiones de 2013, la derogación de los aspectos más lesivos de la Reforma Laboral del PP y en el reparto de la riqueza. No podemos desperdiciar más tiempo, porque los trabajadores y trabajadoras de este país no pueden esperar más.
