El 8 de octubre, mi sindicato se dirigió por carta a la ministra de Hacienda, exhortándola a que su Ministerio actuara de oficio en la devolución de las retenciones por IRPF de las prestaciones por maternidad, porque es una cuestión de justicia que además beneficiará a los más débiles, y que esa devolución también afectará a las prestaciones por paternidad, porque también es de justicia atenerse al principio de igualdad.
Pues bien, mi sindicato se la dirigido de nuevo hoy a la ministra por un la misma cuestión pero por un motivo bien distinto. En esta ocasión, nos congratulamos de las recientes decisiones del Ministerio de Hacienda relativas a la devolución de las retenciones de las prestaciones por maternidad de la Seguridad Social (que las sentencias del TSJ de Madrid y del Tribunal Supremo determinan que están exentas del IRPF y por tanto Hacienda las había estado cobrando indebidamente).
Me refiero en concreto, y tal y como había solicitado el sindicato que dirijo en la carta del 8 de octubre, a la devolución también de las retenciones de las prestaciones por paternidad (porque el principio de igualdad y de derechos iguales para todos parece que tienen que imperar aquí también), y a facilitar la devolución a los afectados actuando prácticamente de oficio, y facilitar a las trabajadoras y trabajadores que se encuentren esta situación este proceso.
Porque es una cuestión de justicia, que además beneficiará a los más débiles. Una vez más, las personas con menos formación, información y recursos se hubieran visto perjudicadas en este procedimiento si se hubiesen visto envueltas en un engorroso y proceloso proceso de reclamaciones, que hubiesen sido masivas. Porque las personas que pagaron de más por una mala interpretación del Ministerio de Hacienda no solo tendrían que perder su tiempo sino en muchos casos su dinero (muchos acudirán a gestores o abogados para hacerlo) en reclamar.
UGT se congratula además de que haya tomado una acertada decisión de esta manera y que el Ministerio dedique sus recursos humanos y materiales a la persecución del fraude, la ilusión, y la evasión fiscal, más que a atender reclamaciones por una cuestión que la Justicia ya ha dilucidado.