Hoy, 15 de septiembre, estoy manifestándome en París.
He creído que nuestra Organización debía estar aquí, apoyando activamente a las organizaciones sindicales francesas, que vuelven a convocar manifestaciones por todo el país contra la reforma laboral impuesta por el gobierno de Hollande. Una reforma laboral que no es como la española pero son de la misma familia.
Esa reforma, al igual que la nuestra, es fruto de las políticas de austeridad impuestas desde la Unión Europea. Políticas que quiere construir el futuro de Europa a costa de los derechos y las condiciones de vida de los trabajadores, aunque se manifiesten de formas diferentes y en momentos diferentes en cada país europeo. Y esas políticas se fraguan y se escudan en la Unión Europea.
A los españoles nos tocó hace cuatro años, y respondimos con infinidad de movilizaciones y dos huelgas generales frente a un Gobierno con mayoría absoluta. Nos tocó a nosotros como a los trabajadores de otros tantos países de nuestro entorno. Luchas que mantenemos desde entonces día a día.
Venir a París a manifestarnos con los trabajadores franceses y sus representantes es una forma de expresar que esta lucha es de todos los trabajadores europeos, que tenemos que apoyarnos y rearmarnos para defendernos, defender nuestro trabajo, nuestros salarios, el tipo de vida que queremos y rechazar el que nos quieren imponer.
Trabajamos para vivir con dignidad. Eso es igual en España que en París o en cualquier otro rincón del mundo. Los gobiernos se escudan en que se crea empleo, y así quieren justificar estas reformas laborales, ocultando que el empleo que se crea es precario, temporal, con bajos salarios…empleos que no sirven para vivir con dignidad. Olvidando además a los parados sin prestación por desempleo, a las familias con todos los miembros en paro, a los hogares sin ningún tipo de ingresos…
Estamos en París porque esta lucha está viva, y por difícil y complejo que sea, hay que seguir en ella cada día. Y hoy es en París.
