Los discursos de odio no se pueden consentir, los derechos LGTBI son derechos humanos, y estos no son negociables, porque sin ellos no hay democracia.
Cada vez es más frecuente encontrarnos con ataques contra los derechos de las personas LGTBI, que son producto de ciertos discursos de odio que atacan situaciones de vulnerabilidad social: minorías étnicas, menores extranjeros, derechos de la mujer y, como hemos comentado, personas LGTBI, en que centraremos este Blog.
Esta escalada de agresiones LGTBIfóbicas son producto directo de la normalización y el blanqueamiento del discurso de odio. En esto, la responsabilidad inmediata recae en la ultraderecha política con sus discursos y sus marcos ideológicos. No obstante, de la misma manera, son cómplices otros grupos sociales y políticos y ciertos medios de comunicación que no sancionan estos discursos como una vulneración de los derechos humanos, sino que los presentan, simplemente, como una opinión más, normalizando, de esta forma, el discurso LGTBIfóbico. Pero no podemos quedarnos en silencio, hay que responder claramente que los discursos de odio no se pueden consentir y que los derechos LGTBI son derechos humanos, y estos no son negociables, porque sin ellos no hay democracia.
En el mundo laboral los ataques contra este colectivo son, por desgracia, algo frecuente. En nuestro país, el 42% de las personas LGTB han sufrido algún tipo de violencia verbal en el trabajo y hasta un 75% cree no tener las mismas oportunidades de empleo que el resto de la población. Un 40% de las personas trans son rechazadas en las entrevistas del trabajo y 85 % de las mujeres trans mayores de 55 años están en situación de desempleo. Y, nosotras y nosotros, como trabajadores y sindicalistas, no podemos quedarnos callados.
Esta semana hemos hecho las Jornadas Confederales para impulsar los derechos LGTBI en la negociación colectiva y en el diálogo social, con la participación de más de 500 personas. También hemos celebrado la Asamblea Confederal de la Área LGTBI del Sindicato, donde se aprobaron resoluciones que ahora tenemos que trasladar a los órganos del sindicato y finalmente en las empresas. En esta materia somos pioneros en los sindicatos europeos.
Y también, hemos firmado con CCOO un acuerdo histórico que compromete a las dos organizaciones sindicales para eliminar la discriminación hacia las personas LGTBI en cualquier centro de trabajo. El acuerdo fomenta medidas planificadas a través de la negociación colectiva, pactadas con los representantes legales de los trabajadores, contra el acoso; propone reforzar el régimen sancionador contra la discriminación y la violencia; plantea incorporar en todos los convenios colectivos los derechos LGTBI; establece la igualdad en la contratación; y, asimismo, incorpora la sensibilización y la visibilidad de la diversidad en seno de las empresas.