Es urgente acabar con la precariedad e implementar otras medidas como mejorar la financiación, aumentar la oferta pública de empleo o establecer un plan de retorno del talento joven emigrado.
La pandemia nos está volviendo a recordar la importancia de la investigación científica. Por eso, esta semana he trasladado al ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, una carta sobre la situación existente en nuestro país de este transcendental sector, en el que se incluyen las propuestas que UGT considera ineludibles implementar en el Pacto por la Ciencia.
En primer lugar, existen una serie de grandes problemas integrales en este ámbito que hemos detectado: elevadas cargas burocráticas que ocupan buena parte de la jornada laboral de los investigadores por ausencia de una estructura administrativa complementaria; plantillas envejecidas, fuga de talentos y falta de carrera profesional; debilidad de las infraestructuras científicas (falta de dotación presupuestaria); y carencia de coordinación entre el sector público y privado (el gasto empresarial español en I+D, 0,7% del PIB, muy lejos de la media europea, 1,45% del PIB).
Para revertir este escenario, UGT plantea una serie de propuestas urgentes para optimizar el Pacto por la Ciencia: incrementar la oferta pública de empleo en los entidades públicas de investigación; desarrollo de mecanismos que posibiliten la carrera profesional dentro de los Organismos Públicos de Investigación; reducción de la precariedad laboral activando el Plan de Estabilización del personal laboral temporal; impulsar un plan de retorno del talento joven emigrado al extranjero ofreciéndoles condiciones laborales atractivas; extender las partidas presupuestarias destinadas a la I+D hasta alcanzar el objetivo del 3% del PIB; mejora de la financiación de la I+D empresarial, cambiando la política de créditos por ayudas directas; y abordar otros cambios organizativos, como la reforma de la Agencia Estatal de Investigación.
En definitiva, reclamamos al Ministerio y al Gobierno un mayor compromiso por la Ciencia y la innovación que se concrete en más empleo público, menos precariedad, más supervisión e inversión pública, simplificación de la carga burocrática, atracción al talento y un incremento de las ayudas directas a las empresas que estén comprometidas con la innovación.