Hace una semana que comenzó el desastre: la lava nos sorprendió emergiendo con fuerza del interior del volcán Cumbre Vieja de la isla de la Palma en las islas Canarias.  Esta es la primera erupción terrestre de Canarias y de España del siglo XXI y de los últimos cincuenta años, ya que la que se produjo en el Hierro, en 2011, fue submarina.  Este fenómeno natural ha arrasado viviendas e infraestructuras y ha provocado la evacuación de miles de vecinos, con la incertidumbre de no saber que se encontrarán a la vuelta.

Ante esta catástrofe, lo primero que quiero manifestar es mi solidaridad hacia las personas que están sufriendo los efectos de la erupción volcánica. Como siempre, y especialmente ahora, lo primero son las personas.

Además, desde UGT hemos planteado que las trabajadoras y los trabajadores afectados por el volcán puedan ser incluidos en ERTEs por situación de catástrofe, con cobertura del 100% para las cuotas empresariales, no cuenten para el desempleo y dispongan de una cuantía salarial de, al menos, un 70% . Asimismo, es importante también que haya medidas concretas e inmediatas para autónomos y pequeños agricultores.

Conjuntamente, este fenómeno nos recuerda, una vez más, que los Servicios Públicos son esenciales. Unos Servicios Públicos que deben ser eficaces y tener trabajadores con condiciones laborales adecuadas para el desarrollo óptimo de su trabajo.

En este caso es admirable la actuación de los cuerpos de seguridad y emergencias, de Protección Civil, de la Unidad Militar de Emergencias, etc.  Debemos darnos cuenta de la labor de todos los trabajadores y todas las trabajadoras que combaten contra este y otros desastres naturales jugándose la vida, como Carlos, bombero forestal fallecido recientemente sofocando el incendio de Sierra Bermeja.