En el día de hoy conmemoramos el 39º aniversario de la Constitución Española. Lo hacemos en un momento en el que uno de sus artículos es actualidad, todo el mundo ha hablado del mismo al tiempo que ocupaba las principales páginas de periódicos, radios y televisiones. Me entristece, sin embargo, que solo se hable de un artículo de la Constitución.
Hace justo un año, para conmemorar este día, pedía al Gobierno y a los distintos partidos políticos acciones directas para confirmar y apuntalar los deberes y derechos que bien explica la carta magna: el Derecho al trabajo, a la vivienda, a la igualdad, a la educación, a la sanidad, a la justicia y a muchas otras cuestiones básicas que deben permitirnos vivir con dignidad.
Sin embargo, un año después, observo que no hemos avanzado mucho y seguimos incumpliendo aquellas cuestiones más básicas. Dejadme recordaros que, por poner un ejemplo, desde el pasado 8 de noviembre las mujeres de este país están trabajando gratis a causa de la cada vez más grande brecha salarial. Una de cada cinco personas en edad de trabajar se encuentra en el paro y la gran mayoría de los que encuentran trabajo, lo hace con empleos precarios, temporales y mal pagados.
España crece, la economía mejora, pero los trabajadores y trabajadoras cada vez van a peor. No es de recibo que un país que crece al 3%, en el que sus empresarios obtienen beneficios y donde los grandes directivos cobran cada vez más, el salario de los empleados y empleadas vaya decreciendo, llegando a niveles realmente insostenibles.
Como tampoco es serio que nuestros pensionistas vean reducida su pensión cada vez más. Una situación que se repetirá y se agravará con el paso de los años para todos aquellos que se jubilen en un futuro cercano. Nuestros pensionistas y nuestras pensionistas (ellas en una situación aún peor), están sufriendo las consecuencias de un Gobierno que no les toma en serio y que cree suficiente una revalorización de sólo del 0,25%. La pensión media en España se sitúa en los 918 euros, pero más del 50% de los pensionistas no llega al Salario Mínimo Interprofesional.
¿Es justo que muchas de estas personas (4 de cada 10 pensionistas) que han tenido que mantener a toda su familia durante la crisis y que continúan siendo la principal fuente de ingresos de 9 millones de personas, se vean degradadas de esta manera?
Seguimos con el mismo debate acerca de cambiar o no la Constitución, de modificar o no algunos de los artículos que en ella figuran y si aplicar o no otros, pero dejamos de lado lo más importante, hacer que nuestros ciudadanos, mediante ella, puedan vivir dignamente. Debemos establecer prioridades, y no lo estamos haciendo.
