El año pasado nos ha dejado avances incuestionables como el acuerdo de las pensiones o el de la reforma laboral. En 2022 tenemos retos relevantes como el incremento de los salarios o una recuperación económica que no deje a nadie atrás.
El 2021 nos ha dejado hace unos días. Ha acabado un año marcado por la pandemia mundial pero que, en nuestro país, ha vislumbrado también un balance fructífero de logros sociales y sindicales que debemos recordar, especialmente el acuerdo de las pensiones y el de la reforma laboral. El primero de ellos, ha sido un acuerdo histórico porque es el primero en la historia que no rebaja las cuantías, ni alarga el periodo de cotización o la edad de jubilación. En el caso de la reforma laboral, también por primera vez en décadas se acomete una modificación profunda del mercado laboral no a favor de las pretensiones de la empresa sino de la clase trabajadora.
2022 nos deja abiertos retos importantes. Indudablemente, el reto sanitario continúa siendo el más relevante y deberá seguir rigiendo las actuaciones de cualquier gobierno nacional o internacional. Pero la crisis sanitaria no ha venido sola, ha traído aparejada una crisis socioeconómica que ha provocado un aumento de la desigualdad y la pobreza en todo el mundo. El 10% de la población más rica concentra ya el 52% de las rentas y el 76% de la riqueza del planeta, mientras que el 50% más pobre solo capta el 8% de los ingresos y el 2% del patrimonio. Por eso, aumentar la vacunación, la lucha contra las desigualdades, la transición ecológica justa, la cooperación para el desarrollo y la gestión adecuada de los fondos europeos, priorizando a las personas más vulnerables, deben ser ejes para una recuperación económica y social que debe llegar a todos y todas.
Sindicalmente, debemos prestar especial atención a la situación de los salarios. En España, desde 2018 los salarios han estado congelados o han crecido muy poco. Por este motivo, ahora es muy importante que nos centremos en su valorización. La patronal debe sentarse para negociar los criterios generales de negociación colectiva para todo el país, necesitamos una base sólida que facilite los convenios colectivos, sobre todo en sectores menos sindicados. Nos debemos dar cuenta que la negociación colectiva es un instrumento fundamental para el reparto de la riqueza que se genera en las empresas. Al mismo tiempo, es esencial que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se sitúe en los 1.000 euros en enero y alcance, en 2.023, el 60% del salario medio de nuestro país.
