Dolor, rabia e impotencia. Creo que es la manera más sencilla de definir nuestro estado de ánimo. Las imágenes de las últimas horas en Galicia y Asturias nos producen una profunda tristeza. Nuestros parajes arden sin control dejando hectáreas quemadas, casas y fincas desalojadas, fábricas, empresas y centros de trabajo destruidos, y a miles de vecinos y vecinas a merced de las llamas y el viento.
Una parte de mi está al lado de todos los gallegos y gallegas, de todos los asturianos y asturianas, intentando apagar esas virulentas llamas. Mi tierra, Asturias, está sufriendo también la locura de pirómanos que no saben respetar su hábitat. Gente que vive para crear dolor.
Unas llamas incontrolables que están haciendo durísima la tarea de todos los bomberos y brigadistas que trabajan para extinguirlo. Trabajadores y trabajadoras que lo hacen con la dificultad de quien tiene pocos recursos ante tal magnitud.
Tiempo habrá de analizar con detalle si las plantillas de las brigadas forestales son las adecuadas, los sistemas de contratación de las mismas, si se realiza la adecuada prevención en materia forestal, si se dedican los medios necesarios para evitar los incendios y en último caso ser eficientes en su extinción, si se persigue con eficacia a los pirómanos y a quienes están detrás de ellos, Etc, cuestiones a las que habrá que dar respuesta y que este sindicato va a exigir a todas las administraciones competentes.
Pero ahora es el momento de la solidaridad.
Desde UGT queremos trasladar todo nuestro apoyo a los trabajadores y trabajadoras que luchan para extinguir el fuego, así como a todos los ciudadanos de Galicia y de Asturias que están defendiendo con miedo sus casas y la de sus vecinos. Estamos con vosotros.
¡Ánimo Asturias! ¡Ánimo Galicia!
