Estos días he estado analizando el informe acerca de los incendios forestales que han sucedido en España durante este pasado 2017. Unos datos demoledores en cuanto a las hectáreas devastadas, las vidas perdidas y todo el patrimonio natural que no volverá a lucir de la misma forma, por lo menos, en los próximos años. El informe ha sido publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y nos muestran datos de los 12 meses del 2017.
Los datos de registros sobre la medía nos muestran como estamos ante uno de los años más complicados del decenio, han ardido 178.436 hectáreas (segundo peor año) en los 13.822 siniestros, casi duplicando la media que se sitúa en las 91.846 hectáreas de media, frente a los 15.997 siniestros y las 218.956 del histórico 2012, aunque bien es cierto que el record del decenio lo tiene el año 2011 con 16.414 siniestros. Sorprende como la cifra de Grandes Incendios Forestales (+ de 500Ha.), sí es la peor del decenio, superando los 41 de 2012 y los 35 de 2009, y casi triplicando la media que se encuentra en 20. Y si hablamos de la zona más afectada, otra vez el mayor número de siniestros se sitúa en el noroeste con un 51,57%, así como la concentración de masa forestal quemada, con 73,84%.
La superficie forestal española aumenta a un ritmo de unas 180.000 ha., por año, haciendo superar los 27 millones de hectáreas y acercándonos al 55% de masa forestal sobre el territorio español (datos http://www.mapama.gob.es/es/) según los informes elaborados por el inventario nacional forestal.
La despoblación, un facto importante
La despoblación en el mundo rural y el cambio climático hacen que nuestros bosques sean auténticos “polvorines”, dentro de la Cuenca Mediterránea en la que está situada la Península Ibérica.
Incendios como los ocurridos el pasado verano en Portugal, que dejaron casi un centenar de fallecidos y días con 450 focos repartidos por la zona norte del país, llaman la atención de los expertos, que advierten de que no estamos lejos de sufrir sucesos como los ocurridos en el país luso. Los datos en España no fueron menos duros, hemos tenido que lamentar 6 víctimas mortales por los incendios forestales: 4 en Galicia, 1 en Castilla y León y 1 en Canarias.
Un octubre fatídico
Desgraciadamente, tenemos que recordar el pasado “Puente del Pilar”, donde la simultaneidad de incendios forestales en Galicia, Asturias y noroeste de Castilla y León, sobrepasaron la capacidad de los servicios contra incendios forestales de las comunidades anteriormente mencionadas, puso al descubierto la falta de previsión de las administraciones autonómicas que realizaron despidos o finalizaciones de contratos de los Bomberos Forestales, dejando así sin apenas personal y sin los medios necesarios para dar una respuesta contundente a los incendios.
Desde UGT llevamos meses reclamando al Gobierno un Plan Estatal para la prevención y lucha contra los incendios forestales, donde se establezca una cartera de mínimos que las Comunidades Autónomas tengan como base y punto de partida. Además, demandamos la aprobación del Estatuto Básico que regule y unifique las importantes funciones, cometidos y atribuciones de los 6500 Agentes Forestales y Medioambientales en sus 140 años al servicio de la protección de la naturaleza. Estatuto Básico que también es solicitado para el colectivo de Bomberos Forestales, con casi 30.000 trabajadoras y trabajadores en toda España, y que reclaman la unificación de funciones y competencias, así como la formación correspondiente que posibilite finalizar con las desigualdades existentes entre las distintas autonomías y por tanto, del personal que realiza la prevención, detección y extinción de incendios forestales.
Consideramos que por parte del Gobierno, se deben establecer además, criterios que fijen partidas presupuestarias para la ayuda y contribución a las propias autonomías, que son las que tienen las competencias en materia de Incendios Forestales, pero que a su vez, se ven desprotegidas ante las emergencias que las sacuden y desbordan cada año.
Así mismo, solicitamos la creación de una subcomisión en el Senado que reflexione y debata sobre este asunto y extraiga conclusiones efectivas, busque soluciones a este problema que sufrimos año tras año y logre convertir a España en un país a la vanguardia en este aspecto.
Desde el sindicato también, reclamamos a las diferentes autonomías, compromisos firmes en las cuestiones anteriormente descritas, pero sobre todo en la mayor potenciación de la realización de “planes de defensa” que gestionen el monte en época invernal. Es decir, que se apueste por la Prevención de Incendios Forestales, como herramienta que incida potencialmente en la adecuación de un monte que arde todos los años. Los incendios forestales se apagan en invierno. Se debe apostar por las zonas rurales, el incremento de las labores mediante la realización de intervenciones silvícolas, quemas prescritas y el fomento de la ganadería, que se establezcan áreas cortafuegos, zonas de discontinuidad, extracciones de franja de cabida cubierta, etc.
Así se apostará por la estabilidad y el empleo constante del grueso del operativo repartido por las distintas autonomías, realizando los Bomberos Forestales trabajos de detección y extinción de incendios forestales y trabajos de prevención que está demostrado, darán mayor resultado a futuro.
Es muy importante que, entre todos, evitemos cometer los mismos errores que nos llevan a ver como desaparecen nuestros recursos naturales. Y sobre todo, es necesario que los gobiernos tomen cartas en el asunto y se preocupen, de verdad, por las nefastas consecuencias que esto tiene sobre el medio ambiente. Debemos estudiar las causas de todos y cada uno de los incendios, sólo así llegaremos a las conclusiones acertadas.