Histórico nombramiento de un sindicalista español (Presidente del Comité de Empresa de SEAT) como miembro del Consejo de Vigilancia de la multinacional alemana.
Es fácil encontrar en los medios de comunicación y en los discursos de algunos políticos referencias a Alemania como modelo económico a seguir y espejo social donde mirarse, admirados de su resistencia a las crisis y la alta rentabilidad de su modelo productivo. Sin embargo, en ocasiones se omiten características importantes de su sistema de gobernanza empresarial que están, sin duda, relacionadas con su éxito.
En concreto, las Sociedades Anónimas alemanas poseen un sistema de gestión dual en el cual, junto a la Junta o Comité Directivo al que se le asigna la dirección de la empresa, se encuentra el Consejo de Vigilancia. Este órgano nombra, controla y asesora a la Junta Directiva y, además, participa de forma activa en las decisiones estratégicas de la compañía. Los integrantes del Consejo son elegidos por los accionistas, pero cuando estamos ante empresas de 500 o 2000 trabajadores en el territorio nacional, los representantes de los trabajadores entran a formar parte de su composición. Este sistema de participación ha sido tremendamente exitoso en Alemania y constituye un ejemplo a seguir de integración, democracia y transparencia que en nuestro país es recibido con recelo. Pues bien, muy recientemente ha sido elegido miembro del Consejo de Vigilancia del grupo de automoción Volkswagen el sindicalista de UGT, Matías Carnero.
Matías es un trabajador hecho a sí mismo, con una trayectoria ejemplar en su empresa y en el ámbito sindical. Comenzó como operario de montaje en la factoría de SEAT de la Zona Franca (en Barcelona), y ha sido delegado sindical, Presidente del Comité de Empresa de SEAT Martorell, Secretario General de UGT en SEAT y miembro del Presídium del Comité de Empresa Europeo y Mundial del Grupo Volkswagen. Es también presidente de UGT Catalunya y, desde 2019, Presidente del Comité Intercentros de SEAT S.A.
Y yo me honro de ser su amigo. Pocas personas hay con la demostrada capacidad junto a una experiencia tan dilatada y rica en el mundo profesional como Matías. Su elección, gracias a la propuesta y cesión de IG-Metall (que tanto colaboró en la recuperación de UGT en los estertores de la dictadura franquista y en la Transición), como miembro del Consejo de Vigilancia del cual participan 20 personas del más alto nivel de la multinacional de referencia, es un honor y un reconocimiento a su empresa, a los trabajadores del Grupo Volkswagen en España, a él y a la organización en la cual milita.
Es la primera vez que un representante sindical español accede a este puesto y será además el único representante internacional de los sindicatos. No dudo que desde allí Matías afianzará el papel de las plantas de nuestro país en el grupo, defendiendo, como ha hecho hasta ahora, los intereses de la compañía en su conjunto, y de sus empleados.
Enhorabuena Matías, enhorabuena a todos nosotros.