Una persona que cobre tan solo el SMI correspondiente al año 2021, por ahora el mismo que el del 2020, tiene que asumir un gasto de hasta 590 euros anuales más, un 4,43% más que el año pasado. Y eso hasta el mes de junio de este año.

La previsión de incremento de precio de una energía ya en máximos para los meses sucesivos empeora aún más el panorama de personas que no pueden variar su capacidad de gasto en aspectos tan esenciales como éste.

El SMI se encuentra congelado en 13.300 euros anuales, cifra insuficiente para afrontar los gastos básicos, por lo que su incremento es imprescindible para aliviar la presión de la subida de los precios sobre las personas trabajadoras con menos ingresos y no aumentar la desigualdad ya rampante en España y el volumen de trabajadores pobres de este país.

El Gobierno debe cumplir sus compromisos y seguir la senda de las recomendaciones de la comisión que el mismo constituyó hace unos meses. De lo contrario, nuestra respuesta será terminante.